Una americana azul marino polivalente debería ser prácticamente un básico para cualquier armario, pues si escogemos bien sus características, pueden ser tantas sus opciones de combinación como sus momentos de uso.
Una blazer azul para que sea polivalente debe estar a medio camino entre lo formal y casual. Y lo que principalmente nos marcará esto será el tejido con el que esté confeccionada. Debemos alejarnos de tejidos demasiado planos y formales que nos recuerden a un traje. Deberemos irnos a tejidos con más estructura como una esterilla o hopsack, una sarga bien marcada de algodón, en invierno una franela con cierto “melange” en su trama… También ayuda que tenga ciertos elementos informales en sus detalles, como un picado perimetral en la solapa y bolsillos, una estructura ligera, sin hombreras, unos hombros camiseros, un puño camisero incluso tipo Teba, unos bolsillos de parche… Elementos que la desinformalicen y la hagan más versátil. Recordemos, alejándola del concepto del traje.
Una vez conseguido esto, esa chaqueta nos permitirá usarla con facilidad desde con polos, camisas sport, hasta con camisetas o sudaderas en su parte de arriba, pero abajo también nos permitirá optar desde un pantalón gris marengo informal, hasta unos chinos beige, pasando por unos jeans “raw” sin desgaste o con él… Y en cuanto a zapatos podremos tirar de mocasines de ante, derbys en piel grabada o incluso unas zapatillas básicas blancas o unas trainner discretas.
La propuesta que podéis ver hoy es sólo una opción y una excusa para hablaros de la polivalencia de este tipo de chaquetas.
[Esta información ha sido extraída de la Revista “14 Looks imprescindibles”]